Deja que forme tu cuerpo
Con estás manos que te sueñan:
Que te tocan
Que se suspenden
En los secretos resquicios,
Deja que te mire,
Que se vuelva rutina mi mirada
Y que nunca aprenda
Cada parte de ti,
Para que cada vez, cada instante,
Seas nueva.
Deja que sea lo etéreo
Que te mima,
Como la ceniza que fue piedra
O como mi abuela que fue bella
Y que mis ojos sean los tuyos.
Eres un capullo
Que la tierra nos regala
Como un tesoro nunca encontrado
Y que tomo, para después cerrarlo.
Deja que nos coma el mundo
La gente, los soles y las lunas,
El polvo y la ceniza,
Vuélvete agua
Que corre, que surge y reverbera.
Ten a bien volverte en viento
Que me recorre
Y que usurpa
Que me envuelve.
Deja que nos invadan las centellas,
Que asechen los lobos
Que se disfrazan de borregas,
Hay mil doncellas ciegas por doquier
Llorando porque quisieran ser ellas.
Deja que te invente como eres
Como un eco que recorre tu aliento
Y se va y viene, y se vuelve a ir,
Pero que siempre regresa.
Y que por fin ante tanto abandono
Sólo una cosa sea cierta,
Que no haya miedo
De dejarte ser en mí.
lunes, 6 de febrero de 2012
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Lo prometido es deuda. Ahora te sigoª
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