Todo sentimiento es poético, no todo poema es sentimental.

Hay que romper un poco con esa idea de formalizar los sentimientos.
Las palabras tienen la característica de ser impersonales, de hecho son artificiales. No soy cuidador de palabras, ni amante de ellas.
Por eso, cuaquier palabra que sea creada y movida por el sentimiento, es personal, chevere y verdadera.
Mientras se escriba con la pretensión de ejecutar un oficio, la palabra deja de tener entrañas.
No por eso se puede justificar la falta de seriedad en el expresar de la palabra, así sea dejada sobre un pedazo de servilleta.

Y los que se digan poetas son unos pendejos... No hay poetas, sólo poesía.

Todos, hacemos poesía.

sábado, 23 de enero de 2010

Renovándome

Ni soy tan malo como creí
Ni soy tan bueno como pensaba
Y aunque vigilen los fantasmas
Desde niño ya jugaba,
Amaba esta cosa rara
Aquello extraño
Que mi mundo iluminaba
Y cantaba
No sé qué canciones
Que mi oído acostumbraba
Oír la voz de Dios que me arrullaba,
Gozaba la tierra en mis manos
En la maleza
Flor del canto tierna
Luna llena iluminada.

Las florecitas del patio

Que hermosas las florecitas
Que en el cielo van creciendo
Se alimentan de lo malo
De manera que a la tierra limpien
La rectifiquen y purifiquen.
En el patio hay un pedazo
Que en un rincón va cayendo
Se sumerge en un lento sueño
Y entonces ya no tiene esto
Pues va muriendo
-estúpido desmantelamiento- .
Lo verde se levanta como centinela
Alzando la tierra sin cercos
Forjo este espacio llano y libre
Que ahora aniquilamos lentamente
-Dios vacio del asfalto-
-Corazón piedra sangrando-.

Voltea

Descubro instantes
Albergo esperanzas
Alabanza de las plantas
Reflejos perpetuos
Descubro mundos nuevos
No estoy imaginando
Estoy despierto, vivo.

No lo niego
A veces de sombras me prendo
Me pierdo
Concatenando oscuridades
Palpitares, diablo desierto,
Y me figuro como rio
Profundo como el viento
Debajo de la tierra
Ensombrezco, menguo,
Llamas, oscuridad,
Me pierdo.

Digo que me encuentro
Que me restablezco
En la oscuridad
Ojos del alma
Polvo circular.

Hay días en que deseo
Echarme a llorar
Y no despertar
Hoja muerta, fragilidad
No por miedo ni cobardía
Abrazo a la melancolía
Como alegría fundamental
Esperar: esperanza
Antecesora labranza
Canto presubstancial
Me inmaculo en un sueño
Hálito de realidad.

Contento me despierto
Maravillado de presencia
Levanto mi cara al cielo
Desde el suelo sin ausencia
Amor de abuela, inocencia
Guerrero nuevo
Rey de estrellas
De almendras
¡Que no muera la esperanza!

La vida es seria
Pero es un juego
Risa eterna
¡No palidezcas!
El canto no termina
Si el cantar se vuelve piedra
Que yo no canto ni la maleza,
El humo se vuelve hierba,
Nadie está verdaderamente solo
No seas terco
-Voltea-
-Siente de cerca-.

viernes, 22 de enero de 2010

Nunca nada está tranquilo.

Nunca nada está tranquilo. Las cosas siempre están en movimiento, siempre cambiando. Los colores de mi cuarto están oscureciendo, el mundo se mueve lentamente, el sonido viene desde lejos como estruendo. Mientras yo no me mantengo parado, ni sentado, ni acostado, estoy como levitando, camino volando, y me acuesto como en nubes. Nunca nada está tranquilo. Los estereotipos, tipos estandarizados no son seguros, son efímeros, también oscurecen. Es fantasmagórico el hecho de buscar una base, un fundamento, una forma que imitar, una forma de sentir seguridad, porque nunca nada está tranquilo. No hay principio ni final, pues nada ha empezado, ni tampoco nada ha terminado. La vida es como un vuelo que nunca acaba y que nunca empieza. El hombre es un ser que quiere estar tranquilo, pero que no encuentra tranquilidad, sólo vacio. El futuro no existe, es un engaño, sólo existe el vacio que permite que podamos ocuparlo. Corro con el viento, duermo sobre el cielo, camino sobre el aire, sentado estoy levitando, y nunca estoy quieto. Miedo sólo tienen los que piensan que esto tiene un final, pero nunca nada está tranquilo. Miedo tienen los que piensan que están solos. Miedo tienen los que creen en la muerte. Miedo tienen los que se sienten desamparados u olvidados. La poesía de Galileo consistía en la impotencia de querer salvar su vida, porque la tierra sin embargo se movía, desde los siglos, desde siempre se mueve. Los conceptos por su parte intentan darnos seguridad, de apresar los significados, pero el significado se escapa de todo, como el agua de su cause. Nunca nadie esta preparado, nunca nadie esta seguro, y eso es esto, lo que le llamamos vida. Por eso estoy levitando sobre este piso, inventando metáforas que nunca digan nada, que sea como luz. Por eso me preparo, destiendo mi cama, me desabrocho el cinturón, me quito el casco y sueño ese sueño eterno que es la vida, porque nunca nada está tranquilo.

Bendita sea la rutina.

Tendré que regresar a la rutina de las horas lánguidas,
apartarme del ruido, privarme del tedio y de la risa.
Tendré a bien inmacular las noches, las páginas y los momentos.
Para vivir no basta solamente con respirar, moverse o caminar,
es necesario ir dejando rastros de carne por las azoteas,
por donde los sueños vuelan, por donde el frio no respira.
La vida es un esfuerzo más que vano, más que ufano;
donde no aguarda el comienzo y donde el final no cesa.
Iré de monte en monte, cantando, silbando,
con tal de abrazar estas manos que tanto piensan y que poco escriben.
Es necesario que "yo", Pepe, hombre, amigo, regrese a lo fundamental,
rescatar un poco de olvido, aquello que dicen es la eternidad.
Ir contándome historias que tengan tanto de fantasía como de orgías,
para enganchar mi ombligo a esta vida rara,
que no para por querer desfigurar mi cara y mis ganas.
Por eso no me rindo y exijo libertad,
sublevar de mí apenas un hálito de nobleza,
aunque sé bien, y nadie me lo diga,
que ha estas horas, en este cuarto se guarda un trozo de tristeza.
No pienso redimir las lejanas horas,
sólo quiero recordarlas, guardarlas en dos o tres metáforas
que no digan nada y que se queden calladas en calma,
que aguarden como dice que aguardan las calles empedradas,
por eso tendré que regresar a la rutina de mi cuarto.

jueves, 21 de enero de 2010

Mascaras del diablo.

Eso es el diablo
El que compartió el principio
El presente al omnipotente
Celoso y rencoroso
No descansa
Y busca entrada
Y entra, daña.

Es él mismo quien
Solo ha aprendido
Alejado de consejos sabios
De tiernas caricias
-Susurro que tiembla-
Sentido y resentido
Se ha forjado el mismo
Molesto
Solo ha aprendido.

Impulsado por sus ganas
Renacidas de ansias miedosas
Copia movimientos
Amita a las hojas
A los camaleones
También a las mariposas.

Y aunque su fuerza Es
Su naturaleza es la mentira
En la mediocridad de la apariencia
-Luciérnaga triste de día-

De polvo se viste a veces
Y vuela y barre
Espera desesperadamente
Espera,
Otras más
Se pone traje de humano
Disfraz atómico
Atenta y mata
Y sólo la lágrima
Honrada rescata
Al alma aterrada
Absurdamente engañada.

Él no se da cuenta
Pero es triste
Como rosa marchita
Como amargura maldita.

Y me busca
Se cuela por mi ventana
Por el lado de la mesa
Grita, corre en mi mente
Hace un desastre
¡Pobre inocente!

Mas nos se da cuenta
Y sale del mundo
Me topa
En leves miradas
Confusas e inmaduras,
Mas es él mismo nadie más
Quien trata de engañar
Y se engaña a sí mismo.

lunes, 11 de enero de 2010

Ir creciendo.

No contesto reclamos
Ni halagos de vidrio hago
Mas mantengo mi soberanía
De mis ansias y mis ganas
Ante el roce de miradas llanas.
Distraído en vanidades
Busco estilo propio en el viento
Mas mi padre agricultor dejó
Raíces invisibles:
Mis pies apuntalados de ellas están.

domingo, 10 de enero de 2010

La mañana, tierno día.

I
Amanecí
En un día calmo
Como la calma
De un día hermoso.

Los pájaros
Despiertan en leves cantos
Las entramadas raíces
De los árboles
Del día.

Se respira la gracia
Del despertar del pasto
Y como en cascada
Los bonitos recuerdos
Niño nostálgico.

II
Bendito sea el día
Que me despierta
De la tristeza fosca
Del dormir hecho rutina
Del misterio de la estancia.

Presencio
Diversos despertares
Como el de esta luz
Centella del guerrero
Triunfo de las plantas
Y del que ha inventado
Su cama por el mundo.

Yo despierto al día
Las cosas contentas
Saltan mojadas en sus ansias
Saludan y aman
A mi familia
A los menores
A todas mis generaciones.

III
Quiero abrazar
Bien fuerte al día
A la melancolía
Ensoñar en un sueño de luz
Fantasear
Llave impaciente,
¡Yo quiero ser el día!

La mañana,
Sus resplandores
No envidian,
Regalan la alternativa
A mi colonia y a su gente,
Y la colonia se prepara
Para amar esta esperanza.

IV
¡Quiero ser el día!
Unir corazones
Amanecer despertares
Dar esencia a la jabonadura
Remendar alfileres
Y dar vida a la escoba.

¡Quiero ser el día!
Esperar el humo de los camiones
Inundarme de risas
Niños de chocolate,
Abrazar a los perros
Y a sus dueños
Los pordioseros.

Quiero ser la mañana
Abrir horizontes celestes
Dar filo al machete
Y asiento a la banca.

V
¡Ya no puedo ser el día!
Se me baja el sueño
Me convierto en hombre,
Sólo quiero amarlo:
Pasar el resto de la vida
Con esta tierna agonía
De querer ser el día.

jueves, 7 de enero de 2010

Quiero gritar, quiero hablar, al menos susurrar: no puedo gritar, no puedo hablar ni susurrar.

Siento la nostalgia de mis manos
De mí mismo
Ensimismado en otras cosas
Ultraje distinto
La sangre no es distinta, es roja,
Quizás ya los brazos que vengan
Los de mi madre
Que son simples
Sin miedo pero verdaderos
Los de un elefante.

O es la propia noche
La que ella nadie más
Juega como niña escondida
Como perdida en altamar
Se asoma, levanto mi palpitar.

En realidad no se qué decir
Serán las letras o mis manos
Rodajas de agua que caen
Vivir, es mucho más.

Lúgubres son las focas
O es que invento sirenas
De las que callan pero que cuelan
Un sonido bajo, llano,
Que mi espíritu aprieta con las manos.

Yo no soy feliz
Lo digo
¡No-soy-feliz!
Ni de poco ni de tantito
Que de tanto en tantito
Mi abuelito se calló
Se mato sin darse cuenta
Por eso digo
Que no quiero ser feliz
Pero no entienden
No juego ni acostumbro jugar con la existencia.

No es simple ni es juego
Es al ratón vaquero
El que sacó sus pistolas
Se quedó a solas
Y tuvo miedo
De mojarse con unas gotas
Que parecían aguacero.

Yo no escribo pero creo
Que los muertos queman sus camas
Cuando no puedo hablar
Y me muero en silencio
Me bato a duelo
Con la patita
Que me gana y me arrastra
Antes de ir al mercado
Antes de comprar el mandado.

Esto no puede quedar así
Reniego
No busco calma en el momento
Sino amor desde que nazco, a destiempo
En el infinito movimiento,
Yo no estoy contento
Si hay que vivir lo acepto
Pero nada acaba
Sólo sigue creciendo,
Todo esto remite a más
Pues nada nunca
Desde los siglos de los siglos
Esta en paz.