Todo sentimiento es poético, no todo poema es sentimental.

Hay que romper un poco con esa idea de formalizar los sentimientos.
Las palabras tienen la característica de ser impersonales, de hecho son artificiales. No soy cuidador de palabras, ni amante de ellas.
Por eso, cuaquier palabra que sea creada y movida por el sentimiento, es personal, chevere y verdadera.
Mientras se escriba con la pretensión de ejecutar un oficio, la palabra deja de tener entrañas.
No por eso se puede justificar la falta de seriedad en el expresar de la palabra, así sea dejada sobre un pedazo de servilleta.

Y los que se digan poetas son unos pendejos... No hay poetas, sólo poesía.

Todos, hacemos poesía.

jueves, 21 de enero de 2010

Mascaras del diablo.

Eso es el diablo
El que compartió el principio
El presente al omnipotente
Celoso y rencoroso
No descansa
Y busca entrada
Y entra, daña.

Es él mismo quien
Solo ha aprendido
Alejado de consejos sabios
De tiernas caricias
-Susurro que tiembla-
Sentido y resentido
Se ha forjado el mismo
Molesto
Solo ha aprendido.

Impulsado por sus ganas
Renacidas de ansias miedosas
Copia movimientos
Amita a las hojas
A los camaleones
También a las mariposas.

Y aunque su fuerza Es
Su naturaleza es la mentira
En la mediocridad de la apariencia
-Luciérnaga triste de día-

De polvo se viste a veces
Y vuela y barre
Espera desesperadamente
Espera,
Otras más
Se pone traje de humano
Disfraz atómico
Atenta y mata
Y sólo la lágrima
Honrada rescata
Al alma aterrada
Absurdamente engañada.

Él no se da cuenta
Pero es triste
Como rosa marchita
Como amargura maldita.

Y me busca
Se cuela por mi ventana
Por el lado de la mesa
Grita, corre en mi mente
Hace un desastre
¡Pobre inocente!

Mas nos se da cuenta
Y sale del mundo
Me topa
En leves miradas
Confusas e inmaduras,
Mas es él mismo nadie más
Quien trata de engañar
Y se engaña a sí mismo.

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