Hubo quienes me dijeron -ten cuidado ¡no queremos tener problemas contigo! porque a la chaparrita ya la vimos con otro-. Yo les respondí, instantaneamente como reacciona el corazón, que no se preocuparan, que yo no soy de los que actuan con escandalo; yo actuo silenciosamente, con dolor en el alma. Entonces la seguí amando.
abril/09
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... A veces vomitas,no te hagas wey.
ResponderEliminarEs un placer leerte Pepe.
Sí, ya te entiendo. Es sólo que ahora vomito porque o me duele el estómago o porque como tanto. Un vomito valió bien la pena, sólo eso. Pero escucha esto. Este cuento, se lo escuche a un fontanero, y tiene más sentido o menos sentido (que sé yo) y es mucho mejor que lo que escucho de algunos de mis maestros. Los fontaneros también cantan al hablar Miguel.
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