Todo sentimiento es poético, no todo poema es sentimental.

Hay que romper un poco con esa idea de formalizar los sentimientos.
Las palabras tienen la característica de ser impersonales, de hecho son artificiales. No soy cuidador de palabras, ni amante de ellas.
Por eso, cuaquier palabra que sea creada y movida por el sentimiento, es personal, chevere y verdadera.
Mientras se escriba con la pretensión de ejecutar un oficio, la palabra deja de tener entrañas.
No por eso se puede justificar la falta de seriedad en el expresar de la palabra, así sea dejada sobre un pedazo de servilleta.

Y los que se digan poetas son unos pendejos... No hay poetas, sólo poesía.

Todos, hacemos poesía.

viernes, 18 de diciembre de 2009

(El mar) Antes de conocer el mar, mi papa me contó de él, yo le creí. Fue tiempo después que lo conocí.

Qué ha pasado con mis amigos
Les han robado su corazón
Cada vez más de compañeros se visten
Sólo sus cuerpos la tierra deja
Y como cuerpos piden hambre
Y que la luz les sople
Donde las tinieblas arropan.

Qué ha sido de mis amigos
Que se disfrazan de moralejas
De identidades dispersas
Espantapájaros, ovejas
De par en par
Sin lucha sin tregua.

Qué pasa con el pueblo
Ahora es un gentío apurado
Atropellando, callando
Al que vibra
Y calladamente sueña
Sueña con sus manos
Respira a destiempo.

Rebasamos las carreteras
Los horarios gangrenan los caminos
Pordioseros bien vestidos
Casas de oropel
Piel
Ya es de asfalto el domingo.

Qué ha pasado con la piedra
Que se ha vuelto a convertir
En un discurso mero y llano
En su misterio se aleja
De su amor con el barro
Con la teja o con el tallo.

No creo en la superficie
Desde el cielo azul
Creo en la nada oscura
En la esfinge
En la profundidad del mar
En el martes
En la basura y en la esencia.

Creo
Creo
Porque nadie lo puede comprobar.

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